Por Jose Antonio Marina
Uno de los participantes en ICOT 2015 es Rabbi Rafi Feuerstein, hijo de Reuven Feuerstein, autor de uno de los métodos más conocidos para mejorar la capacidad cognitiva, llamado Programa de Enriquecimiento Instrumental. Es un programa de tres años de duración que ejercita 14 áreas específicas del desarrollo cognitivo.
Sus seis objetivos son:
1. Corregir las debilidades y deficiencias en las funciones cognitivas.
2. Ayudar a los estudiantes a aprender a aplicar los conceptos básicos, clasificaciones, vocabulario y operaciones esenciales al pensamiento efectivo.
3. Producir hábitos de pensamiento rectos y eficaces que lleven a una mayor curiosidad, autoconfianza y motivación.
4. Producir en los estudiantes procesos de pensamiento cada vez más reflexivos.
5. Motivar a los estudiantes hacia objetivos pensados, más que hacia objetivos de autogratificación por impulso.
6. Transformar a los educandos deficientes, de receptores pasivos y reproductores de información en generadores activos de nueva información.
El programa para aprender a pensar de Feuerstein es el que me interesa más de todos los que he revisado aquí. Fue un pedagogo entusiasta y optimista, muy preocupado por mejorar las capacidades de todos los niños, incluso de los que sufrían problemas serios de aprendizaje. Sus principios básicos eran:
– Los seres humanos son modificables. Rompen con las rutinas genéticas internas y externas.
– El individuo específico con el que estoy trabajando es modificable.
– Yo soy capaz de cambiar al individuo.
– Yo mismo soy una persona que puede y tiene que ser modificada.
– La sociedad también tiene y debe ser modificada.
Feuerstein creía que “la característica más estable del ser humano es su capacidad de cambiar”. Distingue el nivel de las operacionesde pensamiento visibles, y las estructuras ocultas de las que dependen. Puede haber un cambio superficial y un cambio estructural, que es el que le interesa. Su programa pretende dotar a los alumnos de herramientas básicas: organización del espacio, comparaciones, percepción analítica, categorización, relaciones temporales, progresiones numéricas, etc. Es un modelo optimista porque considera la inteligencia como un sistema abierto que puede mejorar. El docente es el mediador de este cambio.
Algo que me parece novedoso es su método de evaluación, que no se fija en los resultados, sino en las posibilidades de cambio y en los aprendizajes a establecer. Según Feuerstein no se puede hablar de medir la inteligencia, se puede hablar de evaluarla pero no en forma estática sino evaluar la capacidad que se tiene para aprender y adaptar lo que se ha enseñado (Modelo de Evaluación dinámica L.P.A.D.). Es un procedimiento que incorpora situaciones de aprendizaje que permiten la observación y evaluación sistemáticas de las respuestas del individuo ante la enseñanza estructurada, bajo la mediación de otra persona, para determinar la capacidad de aprendizaje del sujeto (lo que puede aprender y la facilidad con que aprende las estrategias) y si estos aprendizajes son transferibles o generalizables a otras situaciones en la interacción con el medio.
Los tres pasos de este método son:
- Pretest o evaluación inicial: Se evalúa la ejecución del sujeto en la resolución de tareas desconocidas para el sujeto.
- Entrenamiento: El sujeto recibe las ayudas necesarias para desarrollar estrategias apropiadas para resolver las diversas tareas.
- Postest: Se evalúa de nuevo el rendimiento en las tareas del pretest o con una forma alternativa (paralela) para detectar cambios o mejoras del entrenamiento.
A pesar de los méritos del Programa de Enriquecimiento Instrumental, creo que la Teoría Ejecutiva de la Inteligencia proporciona un modelo más poderoso. Feuerstein, discípulo de Piaget -aunque utilizó elementos de Vigotski, Bruner y Sternberg-, se mueve sólo en el plano cognitivo. Pero necesitamos incluir las funciones cognitivas dentro de una teoría general de la acción humana.
Creo que nuestra división entre la inteligencia generadora, integrada por sistemas cognitivos, emocionales, y motores, e inteligencia ejecutiva, que se propone planes, y gestiona mediante el pensamiento y el entrenamiento la inteligencia generadora, explica mejor la complejidad de la conducta humana y sus posibilidades educativas. La especialización psicológica, el modo como cada psicólogo famoso se enroca en su idea, sin preocuparse de integrarla en modelos más amplios, hace que carezcamos de una teoría del sujeto humano. Ni siquiera las teorías de la personalidad, que deberían ser más completas, lo intentan.
En último término, una de las características de la TEI es que propone también un modelo de personalidad, organizada en tres niveles: la personalidad heredada (temperamento), la personalidad aprendida (carácter) y la personalidad elegida (proyectos de vida).
