Por José Antonio Marina.
Lo que caracteriza el comportamiento de la inteligencia humana es que puede elegir las metas que van a dirigir su comportamiento. Es lo que tradicionalmente se denominaba “acción voluntaria”. Podemos proyectar, es decir, anticipar el fin que deseamos alcanzar. Proyectar implica dos operaciones: la elección de un objetivo, y la decisión de alcanzarlo.